1. Esos detalles que a diario sobrecargan nuestra mente. Nuestra mente se alimenta de impresiones, y luego se satura.
Toda actividad requiere un esfuerzo mental y físico, todo lo que entra a nuestra mente siempre genera una carga que debe ser resuelta, son muchas las actividades que hacemos a diario, y que al finalizar el día pueden contribuir a que nos sintamos mal sin darnos cuenta.
Nuestra mente es semejante a un estomago de las impresiones. Y si la llenas de cosas, se vuelve lenta, y no termina de digerir bien las impresiones. Por ello es importante que usted sepa dejar en su vida asuntos importantes, y no llenarse de actividades que lo único que hacen es saturar su mente. Simplifique su vida, abandone las cargas.
2. Sobredimensionar y armar el caos de una situación sencilla.
Quizás de las cosas que más produce stress, somos nosotros mismos con nuestros dramas. Nos gusta dramatizar las cosas sencillas hasta convertirlas en tragedias, seguramente porque en el fondo somos esos niños indefensos que buscamos protección y que esperamos que alguien nos diga: “ya, ya, tranquilo, todo está bien”.
En cualquier momento puede suceder un imprevisto. Debemos dejar de armar tanto escándalo, ya que son cosas de la vida que le pasan a todo el mundo.Si bien no hay forma de evitar todos los problemas en esta vida tan grande e imprevista, si podemos al menos evitar sobrecargarlos con nuestros dramatismos.
3. Falta de enfoque y claridad en lo que se quiere y en lo que no.
Quizás de lo que más nos trae stress es el no tener una claridad mental, el no saber qué hacer, ni cómo hacerlo. Entonces nos convertimos en alguien reactivo, que actuamos según las presiones del momento. No podemos dejar que las situaciones nos dominen ni que nos digan que hacer. Nosotros debemos ser los que dominemos la situación. Así sea que estemos llenos de conflictos; al menos debemos estar claros en lo que es importante y que debemos hacer. Defina qué es lo que quiere de la vida y que no, que cosas debe aguantarse para lograr lo que quiere, que cosas no es necesario de aguantar, de que puede huir, que puede enfrentar. Una vez usted tenga claro esto, dejará de divagar y empezara a progresar.
A veces hay cosas que no se les encuentra solución; pero al menos debemos de asegurarnos de no perderlo todo, y cultivar cosas que nos ayuda a permanecer de pie. El saber que no todo está perdido, que hay cosas que nos puede salvar, y que a partir de ahí podemos recuperarnos, es algo que nos da tranquilidad en medio de los conflictos.
4. Cuentas pendientes y cargas emociones que no es capaz de soltar.
No es algo a lo que se le ponga mucha atención; pero sí que cuenta. A veces nuestra vida es un cumulo de asuntos no resueltos que hemos olvidado en nuestra consciencia; pero que nuestra mente subconsciente siempre tendrán presente. Ya hemos dicho que la mente tiene por función buscar solución a todas las tareas que se le imponen. No es fácil decirle; “deje de pensar en eso y más bien piense en esto otro”. Ya que nuestra mente a nivel instintivo tiene por objeto llevarnos a un estado de bienestar y por tanto debe solucionar todo lo que nos perjudique. Así que toda cosa no resuelta se le vuelve una carga y por tanto genera estrés.
En la medida debemos procurar no dejar asuntos sin resolver, no prometer cosas que no vamos a cumplir, no meternos en asuntos que vamos a dejar inconclusos. Todas esas tareas pendientes nos hacen gastar energía mental y nos hace sentir esa sensación de pesadez y por tanto de aburrimiento.
Por eso es importante soltar cosas, despréndase al máximo de todo lo que no es útil para su vida, deje lo necesario. Si hay cosas que no puede abandonar, entonces resuélvalas, no las deje pendientes formando carga en su mente, y por tanto nublando su creatividad. Entre más congestión tenga en su mente, menos ideas creativas tendrá, no encontrará soluciones.
5. Esos asunto de la rabia, la vanidad, el orgullo y todas esas emociones internas.
Las emociones internas es uno de los principales productores de stress. Miremos por ejemplo el rencor. A todos nos ha sucedido que en algún momento terminamos en un problema con otra persona. Ya sea porque chocamos con sus intereses personales, o ellos lo han hecho con los nuestros, y esto necesariamente genera enojo. Esa rabia, siempre queda en la mente, y nuestro subconsciente debe solucionar. Dependiendo de nuestro enfoque, pensaremos en hacer sentir daño a la otra persona, olvidar el asunto, o apartarnos. Cuando no resolvemos estos asuntos entonces el odio en la otra persona crece, o el odio en nuestra mente crece hasta enfermarnos.
Ahora pensemos en el ego, cuando usted se pasa por la vida tratando de demostrar que usted es una persona valiosa, que es una persona muy capaz y que debe de recibir alabanzas de otros. ¿se imagina toda la energía que consume eso?, además cuando no lo logra el grado de frustración es grande y le genera estrés.
Así sucesivamente podríamos mencionar una cantidad de emociones. El principal inconveniente, es que son muy difíciles de detectar. Para solucionar esto usted debe de mirar sus pensamientos, darse de cuenta como surgen, e irlos transformando. Si ve que se le está inflando el ego, observe como hizo para llegar a ese estado y empiece a través de sus pensamientos, a pesar de todo el esfuerzo que hizo para llamar la atención, le está robando esfuerzo de otras cosas más importante. Al hacer este tipo de reflexiones, ira solucionando sus emociones internas.
6. Recreación mental de las cosas malas, la negatividad como forma de vida.
Hay una tendencia muy común de las personas a quejarse. Esto no es más que un vicio de los dañinos, ya que le produce estrés a él y a los demás. No hay cosa perfecta en este mundo y que además de ello les parezca perfecto a todos. Si estamos en una empresa seguramente no contaremos con todos los ingredientes para el correcto desempeño, si vamos a salir con alguien es muy seguro que sea un ser humano con defectos como nosotros; si nos pasamos de casa, muy seguramente pueden surgir problemas con el ascensor, o con el ruido. Si alguien se sentara a pensar en las cosas malas que puede tener cada cosa que ha observado en su vida, entonces llenaría libros enteros y por ahí derecho terminaría loco. Pero si esto de por sí ya es malo, peor aún es cuando la gente se queda pegado como disco rayado, recordando cada uno de esos asuntos que le parece mal. A esto añádale que mentalmente vive recordando todas sus tristezas y lo malo que ha sido el mundo con él.
Con el tiempo esto se vuelve un hábito del pensamiento, y las cosas que observe, todas las verá mal, y aunque tenga cosas positivas, usted le vera solo las negativas, esta tan negativo, tan intoxicado y embriagado de malos pensamientos, que todo lo ve gris. No es bueno para la salud este tipo de actitud, y si bien es necesario personas que le vean las cosas malas a las cosas, pues que más bien no seamos nosotros, ya que esa es una carga muy pesada, y usted está buscando menos estrés.
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